Para Lactancia SOS, atender a una mamá implica ver más allá de su dificultad en la lactancia. Cada contacto con las mamás nos ha permitido desarrollar una teoría sencilla que explica por qué unas lo logran y otras no, por qué a algunas les funcionan los grupos de apoyo y a otras no, por qué para algunas resulta un proceso sencillo y natural y a otras se les hace terriblemente cuesta arriba.
No compartimos la aproximación a la lactancia desde una sólo vía, no creemos que la información por muy buena y técnica que sea pueda alcanzar índices altos de éxito si no se acompaña de una mirada amplia y sensible a los múltiples factores que intervienen en la lactancia.
Entrar a cada casa implica para nosotros la observación cuidadosa del entorno que cobija a esa madre, ella también requiere ser “acunada”, ella también necesita calidez como su bebé, alimento y descanso como él, afecto y mucha paz. En un escenario que cubra estas necesidades la madre estará lista para recibir información de manera abierta y cómoda, con confianza en que ella puede hacerlo.
Para Lactancia SOS la dinámica de cada visita se va dando según el escenario que nos recibe, por eso cada mamá implica una experiencia y atención diferente, individual y acorde con sus necesidades.
El logro de nuestra intervención está medido en el bienestar emocional de la madre. Ninguna intervención para nosotros tuvo éxito, si el costo ha sido una madre que sienta sacrificio, inconformidad por la dependencia de su bebé, tristeza por lo que deja de hacer mientras está amamantando, etc.
Sentimos que nuestra visita fue exitosa, cuando las mamás están felices, establecen metas reales, disfrutan la lactancia y entienden que el “caos” de los primeros meses se va organizando y que son capaces de tomar control de la situación y permitirse disfrutar esta increíble y corta experiencia de vida.
Cuando vemos más allá de una simple dificultad en la lactancia, podemos diseñar el plan que le brinde bienestar a la madre y además garantizar más tiempo de lactancia para cada bebé.